NUESTROS AMIGOS SOBRE RUEDAS (y no hablamos de bicis)

Pili, Rafi, Belén, Tino, Conchi, Pablo… Son algunos de nuestros nuevos amigos. Ellos no saben qué es Peñavera, pero ayudan a que unos cuantos de los que frecuentamos Peñavera seamos un poco mejores. Son personas con parálisis cerebral a las que acompañamos en sus paseos de los sábados por la tarde. Nuestro esfuerzo es pequeño; la satisfacción, enorme.

 

 

 

 

Peñavera ha comenzado este mes de octubre a desarrollar un programa de voluntariado con el centro de educación especial Ángel de la Guarda de Aspace, emplazado en Latores (Oviedo). Consiste en salir con los residentes, empujar sus sillas de ruedas, merendar con ellos… El primer día fuimos a la feria del coleccionista de Mieres. El segundo, a la playa de Salinas. El tercero, ayer, a tomar unas hamburguesas a Gijón y a dar un paseo por el muro de San Lorenzo.

La mayor parte de los que participan en la actividad son chicas y chicos universitarios, que dedican una parte de su tiempo a ayudar a los auxiliares de Aspace (profesionales como la copa de un pino), a dar un poco de cariño, a recibir sonrisas y gestos de afecto… En definitiva, aprendemos unas cuantas cosas de unos amigos que, sin pretenderlo, nos dan lecciones de vida y de humanidad. Ellos son los que más nos ayudan: nos enseñan a valorar más lo que tenemos y a relativizar muchas nimiedades de las que a veces nos quejamos.

Ahora que los bancos apenas dan intereses por el dinero que tienes ingresado, esas tres horas que pasamos los sábados con la gente de Aspace son la inversión más rentable que pueda imaginarse.

Si quieres probar, contacta con Peñavera y te indicaremos los pasos necesarios.

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