A veces los partidos salen mal, las cosas no funcionan y parece que está todo al revés. Ya no es que el rival es mejor, que lo fue, sino que tampoco a uno le sale nada de lo que intenta, que paso.
Ayer todo fue mal. No teníamos cambios, con lo cual el esfuerzo tenía que ser mayor. Y los rivales jugaban muy bien. Eso hizo que el partido comenzase sin control, y costandonos sacar el balón desde atrás. David no encontraba por la derecha los apoyos necesarios y Sergio no conseguía superar la primera línea de presión del Vallobin. Bruno buscaba acompañar esa salida de balón, pero no lograba su objetivo. José lo mismo. Todos se empezaban a desesperar pues no se conseguía tener el balón y tampoco se defendia con contundencia. Ellos tenían dos o tres jugadores que nos hacian mucho daño. Y como es lógico, ante este panorama sucedió lo que se veía venir. Los goles llegaron mediada la primera parte, ante el desconsuelo de Artiom, que pese a varias paradas de mérito, no podía conseguir parar el ímpetu del rival. Algunas jugadas en ataque finalmente salieron bien, pero por pocos centímetros o por la buena actuación del portero no se materializaron en gol. Llegabamos al descanso con un doloroso 5-0 en contra.
En el segundo tiempo se cambio la portería, saliendo Artiom al campo y ocupando su puesto José, como ya viene siendo habital ultimamente. Se mejoró algo el juego y se controló un poco más la pelota. Tuvimos varias ocasiones, pero no se traducieron en gol. David encontraba a Artiom y Bruno y Sergio corrían por la banda izquierda. José despejaba algunos balones muy complicados, pero lo mismo que en el primer tiempo. El físico pasó factura y mediada la segunda parte empezaron a caernos goles de una manera muy rápida. Al final derrota por 10-0, pero un gran esfuerzo de nuestros muchachos, que pese a verse superados por un buen rival, pelearon hasta el final y seguro que sacan de esta derrota lecturas de aprendizaje para el futuro. Nos vemos.